Las empresas minoristas pierden una media de 7 millones de euros al día debido a la pérdida desconocida. En 2013, la cifra total de pérdidas por hurto ascendió a 2.574 millones de euros. Como vemos, supone un serio problema para los establecimientos de cara al público, que ven cómo el 1,36% de sus ventas se evaporan.
A nivel europeo, España es el segundo país con mayor porcentaje de pérdida desconocida —por detrás de Finlandia— según el Barómetro Mundial del Hurto en la Distribución 2013-2014.
Los objetos más deseados por los sustractores son los aparatos electrónicos, complementos de moda, joyas, vinos y licores, productos de maquillaje y belleza y los accesorios para móviles. Las características que los hacen más susceptibles de ser robados son su facilidad para ser escondidos y la buena acogida que tienen en el mercado negro.
Por sectores, son los grandes almacenes, las joyerías y los autoservicios los establecimientos que más sufren la pérdida desconocida. La época en la que se producen más hurtos es, sin duda, las rebajas. Los ladrones aprovechan la gran afluencia de consumidores en las tiendas para evitar la vigilancia de los dependientes y sustraer los objetos que utilizará para su consumo propio o para la venta ilegal.
La mejor manera de evitar la pérdida desconocida es el etiquetado de seguridad, mucho más discreto que las alarmas de plástico, por lo que resulta más difícil de detectar por los sustractores. Además, se pueden integrar con otro tipo de etiquetas que nos facilitarán tareas como la realización de inventario o el control de stock. Veamos qué tipo de etiquetas existen en el mercado para minimizar los hurtos en nuestro establecimiento.
Etiquetas EAS
Las etiquetas EAS (Electronic Article Surveillance o vigilancia electrónica de artículos) son muy utilizadas para evitar los robos, debido a su pequeño tamaño y su coste asequible.
Estas etiquetas están provistas de unos sensores que, de no ser desactivados a su paso por caja, hacen saltar las alarmas de los arcos de seguridad de los establecimientos. Su tamaño y versatilidad hace que sean usadas en una gran variedad de productos, como ropa, joyería, complementos, cosméticos, productos alimentarios gourmet, vino, dispositivos electrónicos, pequeños electrodomésticos, etc.
Además, podemos integrar las etiquetas EAS en otras etiquetas, para aumentar la seguridad, evitar falsificaciones y reducir costes en el control de stock.
Etiquetas holográficas
Las etiquetas holográficas no son exactamente etiquetas de seguridad, puesto que no impiden los hurtos, pero suelen utilizarse conjuntamente con las etiquetas EAS para asegurar la autenticidad de los productos al consumidor. Se usan en productos muy susceptibles de ser falsificados, como marcas de lujo, electrónica, bolsos, complementos, relojes, etc.
Las etiquetas holográficas utilizan una tinta de seguridad invisible a simple vista con la que se imprime un logo de seguridad, que nos garantiza la autenticidad del producto. Al aplicar luz negra, podemos ver el holograma que nos asegura que no estamos ante una falsificación, sino que hemos adquirido un producto genuino.
Etiquetas RFID
Las etiquetas RFID suponen, en los últimos tiempos, la gran revolución en el sector retail, debido a las constantes innovaciones que se están introduciendo —como vimos en un artículo anterior— y la cantidad de procesos que pueden facilitar.
Las etiquetas RFID emiten una señal de radiofrecuencia que es captada por los receptores adecuados y que permiten realizar de manera sencilla el control de stock, el inventario de la tienda e incluso, estudiar el movimiento de las prendas por el establecimiento.
Así mismo, una de las aplicaciones más útiles es la localización rápida de cualquier producto dentro de la tienda, lo que beneficia la atención al cliente y ayuda a aumentar las ventas.
Las etiquetas RFID son también muy utilizadas en logística, puesto que permiten un óptimo control de la mercancía y facilitan la trazabilidad de los productos. La reposición de mercancía en el sector retail es mucho más rápida e inteligente cuando se utiliza este sistema.
Estos sistemas de seguridad, solos o combinados, nos ayudarán a evitar la pérdida desconocida en nuestro negocio retail, además de facilitarnos tareas de poco valor añadido —como el inventario—. Todo ello, con una implantación sencilla y un coste reducido. ¿A qué esperas para empezar a usar etiquetas de seguridad en tu negocio de retail?
