La crisis derivada del COVID-19 ha tenido un profundo efecto en nuestra sociedad, en muchos aspectos desolador. Pero este trance también está sirviendo para acelerar avances que ya estaban en marcha pero no contaban con el convencimiento social requerido para su implantación total.
Uno de ellos es el pago contactless en el sector retail, una tecnología que evita tanto el intercambio de monedas y billetes como las colas en las cajas y que, tecnología RFID mediante, revolucionará el comercio físico.
Y es que ya son varios los comercios minoristas y supermercados que están incorporando sistemas de autoescaneo como el “Scan & Go”, que permite al consumidor escanear un código de barras del producto mediante su teléfono móvil, evitando el contacto físico. Un sistema que está teniendo buena acogida por los usuarios ya que además de hacer las transacciones más seguras, resulta fácil de usar y permite agilizar el proceso de compra.
El RFID supera los problemas de las cajas de autopago
Las cajas de autopago llevan años conviviendo con las tradicionales en supermercados y grandes almacenes. Se trata de un sistema que prometía agilidad y que sin embargo no ha logrado reemplazar al modelo tradicional.
Esto sucede en gran parte por la obligación de leer los artículos uno a uno, igual que si los manipulara un cajero humano. Algo que, unido a que algunos artículos requieren de verificaciones extra por parte de los empleados, lastra lo que debía ser un proceso sin intermediarios.
La tecnología contactless evita esa problemática. Mediante esta tecnología de etiquetas RFID y lectores de radiofrecuencia, todos los productos pueden ser reconocidos simultáneamente. Así, el cliente solo tiene que comprobar su compra de forma instantánea y aceptar el pago.
Otro problema con estos escáneres tradicionales en estos tiempos de pandemia es que deben ser higienizados después de cada uso. Esto no solo repercute en el tiempo empleado en pagar, sino en el esfuerzo extra de personal que implica. Por contra, el concepto de contactless desde el móvil del usuario permite cumplir con el distanciamiento social sin compartir dispositivo.
Algunos retailers ya hacen uso de esta tecnología en sus establecimientos. Es el caso de la multinacional de productos deportivos Decathlon, que ya en 2019 implantó RFID en la totalidad de los productos y puntos de cobro. Según la cadena, esta tecnología redujo el proceso de compra en hasta 5 segundos por cada artículo adquirido.
Ventajas adicionales de las etiquetas RFID contactless
Aparte de ser una revolución de la experiencia del cliente, esta tecnología supone una gran fuente de datos acerca del comportamiento de este. El análisis del uso de las apps permitirá evaluar el funcionamiento en las tiendas, los patrones de compra y la satisfacción de los clientes, entre otros aspectos.
Además, estas etiquetas para retail pueden llevar el sistema de alarma integrado, sin necesidad de añadir un dispositivo rígido adicional que haya que extraer antes de abandonar la tienda.
Por todo ello, la tecnología contactless es una evolución obligada para el comercio físico que pretenda competir con las compras online. En este sentido, el nuevo pago contactless supone derribar la frontera existente entre el mundo online y offline.