Las etiquetas rasca y gana, en comparación con otros elementos publicitarios, como pueden ser los folletos tradicionales, ofrecen al consumidor un atractivo adicional, debido al componente interactivo y a la parte lúdica y de azar que ofrecen.
Es frecuente rechazar un flyer que te dan en la calle, pero muy poca gente se resiste a rascar una etiqueta de este tipo, resultan un reclamo muy efectivo para cualquier campaña que queramos realizar.
Pero, ¿qué tipo de promociones se pueden hacer con las etiquetas ‘rasca y gana’. Vamos a daros unas cuantas ideas de qué tipo de acciones podéis realizar con ellas.
1. Premio directo
Esta es una de las promociones más habituales que se realizan con las etiquetas ‘rasca y gana’. Podemos elegir qué tipo de premio y cuántas unidades vamos a regalar. El mecanismo es sencillo y el consumidor sabe de inmediato si ha resultado ganador: tras adquirir el producto, se rasca la etiqueta y aparece un mensaje que nos indica si hemos ganado un premio –y cuál, en caso de haber diferentes recompensas– o si, por el contrario, debemos comprar otra unidad para volver a probar suerte.
La etiqueta con el rasca y gana puede ir en el interior del packaging o bien, en el exterior; por ejemplo, colgada del cuello de una botella de vino –para evitar la picaresca, podemos exigir la entrega del ticket de compra junto con la etiqueta premiada para recibir el premio–.
2. Producto gratis
Otra opción para incentivar la compra es crear etiquetas ‘rasca y gana’ que regalen una unidad de tu producto. Es decir, el consumidor compra un producto, rasca la etiqueta y, si resulta premiado, vuelve a la tienda a por otro producto –de las mismas características– gratis. Con un poco de suerte, al volver al establecimiento comprará más unidades para seguir jugando.
También podemos enviar el producto gratis a su domicilio, a cambio de que nos proporcione sus datos –bien por vía postal o a través de una página web creada ad hoc–. De esta manera, podremos aumentar la base de datos de nuestros clientes para futuras promociones y obtener valiosa información demográfica y de consumo de nuestro público objetivo.
3. Asocia un premio a la realización de una nueva compra
Crea una campaña de etiquetas ‘rasca y gana’ en la que regales productos, pero solo cuando se realice una nueva compra. Por ejemplo, con la compra de un champú, le regalamos el acondicionador.
Puedes hacer que todos los ‘rasca y gana’ estén premiados, y regalar diferentes productos, o que solo un porcentaje tenga derecho a premio. La elección dependerá de tus objetivos en la promoción.
4. Sorteo online
Incluye una etiqueta ‘rasca y gana’ en tu producto, en el que aparezca un número tras rascar. Este número debe introducirse en una página web y en ella el consumidor sabrá si su etiqueta estaba premiada o no.
Es posible pedirle información de contacto y de consumo antes de saber si ha resultado ganador, para alimentar así nuestra base de datos.
5. Descuentos
También podemos hacer promociones en las que no haya premios directos, sino descuentos, bien para adquirir el mismo artículo que ha comprado el consumidor, bien para otros productos de la marca cuya compra queramos incentivar.
6. Juegos
El azar es un elemento muy atrayente en las promociones. En las etiquetas ‘rasca y gana’ podemos incluir juegos como bingo o el tres en raya para que, quien gane el juego, obtenga un premio.
Además, en juegos como el tres en raya, por ejemplo, el consumidor tiene la sensación de la posibilidad de que gane el juego, en parte, depende de él, y no solo de la suerte. La estadística dice que el 30% de los jugadores acertarán, así que ese es le porcentaje de premios que debes tener previsto.
En este tipo de promociones, a menudo nos preocupa que se llegue a la falsificación de etiquetas para ganar más premios. En Tea Adhesivos añadimos, cuando nos lo solicitan, elementos de seguridad a las etiquetas ‘rasca y gana’, como holografías, tintas invisibles, etc. para reducir la posibilidad de fraude al mínimo.